Rumores y Covid-19 en Sudán del Sur
Nos sentamos con Hannan Mahamoon, uno de los dos miembros de los Equipos de Protección de Mujeres (WPT) que ahora se desempeñan en el Grupo de Trabajo de Prevención de Covid de Sudán del Sur, brindando liderazgo a la respuesta nacional.
Pasando a un nuevo rol y respondiendo a COVID-19
Después de capacitarse con Nonviolent Peaceforce, Hannan Mahamoon ha estado sirviendo a su comunidad como miembro del Equipo de Protección de Mujeres desde 2015, actuando en varios roles de liderazgo. Vive en un campamento para desplazados internos (IDP) en las afueras de Juba, la capital de Sudán del Sur, donde también forma parte del comité de gestión del campamento como coordinadora de derechos humanos para la comunidad de desplazados internos.
Hannan ahora también es miembro de un grupo de trabajo que no vio venir: el 'grupo de trabajo comunitario establecido para la prevención de Covid-19' en el campamento.
“Estamos creando conciencia en la comunidad todos los días yendo de puerta en puerta a las casas y deteniéndonos en lugares de reunión populares, como puntos de agua, restaurantes, hospitales y sitios de distribución de recursos”, aseguró Hannon.
Celebrando el Día Internacional de la Mujer en el Campamento Marzo 2020,
antes de que el Covid-19 llegara a Sudán del Sur
Disipando rumores mortales
“Sin embargo, nuestra comunidad no se ha tomado muy en serio las medidas preventivas. Creen firmemente que el covid-19 no llegará a los campamentos debido al calor en Sudán del Sur u otros rumores”.
En todo el mundo, estamos viendo cómo los rumores pueden ser mortales en una pandemia. Pero incluso antes del covid-19, Hannon había visto cómo los rumores tienen el potencial de conducir a una violencia mortal y cómo disipar los rumores puede salvar vidas. Entonces, la transición al grupo de trabajo de Covid-19 fue un movimiento natural para ella. A través de la capacitación con Nonviolent Peaceforce y años de experiencia en su Equipo de Protección de Mujeres, Hannon está bien versada en explicar temas difíciles a otros para proteger a su comunidad.
“Debido a cómo reaccionó la comunidad a los rumores, estamos aumentando nuestras sesiones de concientización y haciendo más esfuerzos para controlar los rumores de Covid-19 que se están propagando en los campamentos”.
Hannon enfatizó la increíble urgencia de la aceptación de la comunidad para la prevención. Hasta el 8 de mayo, había 90 casos confirmados de Covid-19 en Sudán del Sur. Pero solo hay 4 ventiladores para el país de 11 millones de personas. “En el campamento, no tenemos ningún tipo de instalaciones de salud que se centren en la prevención y el tratamiento de Covid-19, y los recién llegados no son examinados ni aislados durante catorce días después de su llegada como medida preventiva para proteger a otros de contagiarse. El riesgo de propagación e infección por Covid-19 es alto”.
Hannon y el grupo de trabajo están trabajando en estrecha colaboración con los líderes del campamento para promover prácticas de higiene adecuadas. En particular, las personas aún se saludan con apretones de manos, aunque culturalmente se asume que saludar sin apretones de manos es una falta de respeto, Hannon está trabajando para que su comunidad sea consciente de los riesgos actuales para la salud.
Personal de Nonviolent Peaceforce en el campamento,
antes de que el Covid-19 llegara a Sudán del Sur
Enfrentando desafíos adicionales
Compartir información que salva vidas es solo una parte del desafío para Hannon.
Las limitaciones en el campamento pueden dificultar que la comunidad cumpla con las pautas de seguridad. Los puntos de agua están superpoblados. Además, los refugios están hechos de láminas de plástico que se calientan mucho durante el día, lo que dificulta que los adultos y los niños permanezcan en sus refugios y practiquen el distanciamiento social.
¿Otra dificultad? Manejo de los niños. “Las escuelas han cerrado para evitar la propagación del Covid-19, pero ahora los niños se mueven buscando comida y carbón. Tengo 4 niñas y 2 niños propios, así que sé que no es fácil manejar a los niños”, reconoció Hannon.
También se plantean preocupaciones sobre los altos incidentes de violencia de género y casos de violencia doméstica. Y algunas de las mujeres y niñas más vulnerables del campamento no estaban registradas para recibir las raciones de alimentos para dos meses de los grupos humanitarios. Hannon se preocupa por los hogares encabezados por mujeres y las niñas no acompañadas que ya eran más vulnerables a la explotación sexual, aún más ahora.
El mundo entero está experimentando Covid-19, pero los más vulnerables son los más afectados. “Es muy importante que nuestra comunidad acepte los estándares de medidas preventivas de la OMS y nosotros, como líderes comunitarios, estamos tratando de convencer a los desplazados internos para que apliquen las medidas preventivas recomendadas”, enfatizó Hannon.
Nonviolent Peaceforce ha estado involucrando y empoderando a los Grupos de Protección de Mujeres en varias actividades de desarrollo de capacidades; Hannan es una de las beneficiarias de estos compromisos continuos. “Gracias por estar con nosotros durante estos tiempos sin precedentes. Apoyas a Hannon y a otros líderes como ella durante la pandemia”, del Jefe de Misión Interino en Sudán del Sur, Thiago Wolfer.