La desnormalización de los tiroteos como práctica tribal en el sur de Mosul

El subdistrito de Qayyarah, en el sur de Mosul, provincia de Nínive (Irak), es conocido por los disparos durante eventos y celebraciones, un fenómeno que se transmite de generación en generación. Las personas expresan alegría y tristeza por medios violentos, a pesar de que está prohibido por ley, son rechazadas socialmente y suponen un riesgo para la seguridad de los niños.
"Durante las celebraciones de bodas, me preocupo mucho por mis hijos debido a los disparos al aire. En la mayoría de los casos, no permito que mi familia asista a los eventos por temor a su seguridad", Faisal, figura religiosa en Qayyarah.
Esta práctica ha provocado numerosas lesiones, incluidas heridas, muertes o discapacidades permanentes en la población del sur de Mosul. Además, los disparos provocan miedo y pánico, especialmente entre las mujeres y los niños que asisten a los eventos. También afectan negativamente a las relaciones sociales debido a los conflictos que surgen entre los supervivientes y los responsables. Recientemente, la frecuencia de los disparos ceremoniales y de celebración ha aumentado, e incluso los niños participan en esta conducta como símbolo de alegría, fuerza y orgullo.
"Casi pierdo a mi esposa debido a un disparo aleatorio, pero afortunadamente la lesión fue menor", Ahmed, residente de Qayyarah.
En este contexto, los líderes comunitarios y las personas influyentes de Qayyarah pidieron a la Fuerza de Paz No Violenta (NP) que ayudara a reducir los riesgos asociados con los disparos de celebración. Dada la fuerte confianza mutua entre la comunidad, las fuerzas de seguridad y las instituciones gubernamentales, la NP vio una oportunidad de ayudar a poner fin de manera proactiva al uso de disparos de celebración mediante estrategias no violentas para interrumpir los ciclos de violencia y promover la cohesión que contribuya a una paz duradera.
En consecuencia, el PN organizó un Foro de Seguridad Comunitaria (FSC) en Qayyarah el 25 de octubre de 2023, para reunir a la comunidad y a los responsables de la seguridad para debatir y abordar los riesgos observados a través de un diálogo intensificado y positivo. El foro contó con la participación de líderes comunitarios, activistas civiles, figuras religiosas, equipos de paz comunitarios, profesionales de los medios de comunicación, profesores, policías, policías comunitarios, ejército y Hashid tribales. El objetivo era debatir colectivamente y encontrar soluciones permanentes para prevenir la ocurrencia de incidentes violentos y buscar alternativas no violentas que favorecieran la cohesión comunitaria.
"El fenómeno negativo persiste a pesar de que se conocen sus riesgos y sus efectos negativos. Es hora de encontrar soluciones permanentes mediante la cooperación de todos", dijo un agente de policía comunitario de Qayyarah.
Durante el foro, todos los participantes acordaron colaborar para prevenir y detener los casos de disparos. Esta colaboración implica proteger la seguridad de la comunidad y activar medidas legales y tribales contra los infractores. Por ejemplo, los líderes comunitarios no utilizarán su influencia para apoyar un ciclo de impunidad que implicaría que utilizarían sus conexiones para liberar al perpetrador de la prisión. Del mismo modo, las invitaciones a la boda ahora indicarían claramente que no se permiten disparos de celebración durante el evento. El foro fue publicitado a través de las redes sociales por profesionales de los medios locales y líderes comunitarios, lo que generó un amplio alcance entre el público, generó conciencia sobre las implicaciones negativas de la práctica y apoyó un cambio en las normas culturales.
Los resultados positivos del CSF se hicieron evidentes poco después de su implementación, con un cambio en las percepciones de la comunidad que alientan medios no violentos para resolver conflictos. Los incidentes de disparos disminuyeron significativamente. Ha habido sólo dos casos de disparos desde que se realizó el foro, a pesar de numerosos eventos y celebraciones de bodas en la zona. Un caso específico es que no hubo disparos durante la celebración comunitaria de la victoria de Irak en un partido de la Copa Asiática, una novedad en la historia de Qayyarah. Esto es un fuerte testimonio del impacto y el éxito del CSF y de la conciencia de la comunidad y su cultura en Qayyarah.
"El problema de los disparos al azar utilizados para distraer a las fuerzas de seguridad, especialmente durante celebraciones y bodas, provoca tensiones entre las fuerzas de seguridad y la comunidad. Agradecemos a NP por el foro de seguridad comunitaria, ya que jugó un papel crucial para detener este fenómeno", oficial de policía local, Qayyarah.
Los esfuerzos conjuntos entre el PN y la comunidad indican una respuesta eficaz a los desafíos locales mediante el uso de estrategias no violentas, como la organización de CSF, que tuvo un impacto positivo significativo en la reducción de los disparos durante las celebraciones. Esta disminución subraya la importancia de la concienciación y la colaboración de la comunidad para lograr un cambio positivo. En resumen, los desafíos sociales se pueden superar mediante una mayor participación entre la comunidad, las instituciones gubernamentales y las organizaciones no gubernamentales. Esto requiere priorizar las iniciativas de sensibilización y fomentar un cambio de paradigma cultural hacia la resolución no violenta de conflictos, fomentando así una paz duradera.