Día del referéndum en Sudán del Sur
por Tiffany Easthom, directora de país, Sudán
Bajo la suave luz rosada de un amanecer sudanés, conduzco por las calles de Juba, la capital de Sudán del Sur, el primer día de la votación del tan esperado referéndum sobre la secesión del sur. Conduciendo lentamente por nuestro vecindario, generalmente tranquilo tan temprano un domingo por la mañana, inmediatamente me encuentro con tres jóvenes que se apresuran a votar. Hablando con entusiasmo, estallan en sonrisas amplias y llenas de dientes y saludan. Las tarjetas de registro de votantes en alto me dan un alegre pulgar hacia arriba. Me sorprende una marea de emoción y mis ojos se llenan de lágrimas. Al ser testigo de su entusiasmo sincero y puro, sabiendo los años que le ha llevado a Sudán llegar a este día, me siento humilde y abrumado con un sentido del honor que permanecerá conmigo todo el día. Multitudes de personas llenan las calles. En medio de la evidencia de las celebraciones de anoche, hombres, mujeres y niños vestidos con sus mejores galas gritan y cantan, montados en un maremoto de energía hacia los centros de votación.
Dentro de los terrenos del centro de votación principal, las filas finalmente terminan en las carpas de votación. Entre los sudaneses se encuentran observadores electorales internacionales, trabajadores de organizaciones no gubernamentales e innumerables miembros del personal de los medios de comunicación de todo el mundo. Detrás de las carpas, rugen los festejos. Invitados a unirnos al baile, saltamos arriba y abajo todo el tiempo que podemos, para deleite de los bailarines locales. En todas partes, la gente se abraza y llora. Una mujer rompe a llorar inmediatamente después de votar, recordando al padre que perdió durante la guerra. Arrancándonos, nos dirigimos de centro en centro vibrantes con gran entusiasmo y observamos el orden constante de la votación.
El resultado del referéndum refleja la elección del pueblo e, independientemente del resultado, Sudán tendrá que sortear enormes desafíos en los próximos meses. No debemos perder el foco en las innumerables vulnerabilidades que los ciudadanos comunes deben manejar. Sin embargo, también vale la pena detenerse un momento y apreciar los esfuerzos realizados en todo Sudán que han hecho realidad este referéndum. También es valioso crear un espacio para celebrar los compromisos asumidos y cumplidos por todas las partes para tomar decisiones a través de procesos pacíficos en lugar de por la fuerza.
