"Les demostramos que las mujeres tienen más poder que las armas".

Las mujeres de Mathiang Payam, Sudán del Sur, se unen para detener la dispersión de los enfrentamientos entre clanes

En julio, en el este de Rumbek, se produjo un aumento de la violencia entre los jóvenes del subclan del payam Cuiecok y el subclan Thuyic de Malengagok. El conflicto entre los dos subclanes tiene una larga historia alimentada por agravios constantes, venganzas cíclicas, mitigación del ganado y mecanismos de afrontamiento negativos debido al trauma multigeneracional. Cuando los robos de ganado aumentaron en la zona este verano, también lo hizo la tensión entre los Gony y los Thuyic, lo que provocó una violencia que se extendió rápidamente por todos los payams limítrofes. El feroz enfrentamiento entre los dos grupos en el payam Pacong durante las dos últimas semanas de julio de 2019 resultó en la muerte de quince personas y heridas a diecinueve más. 

Cuando los jóvenes de Mathiang se enteraron de los combates en Pacong, decidieron intervenir para apoyar a los miembros del clan Thuyic. 

Alarmados por las intenciones de los jóvenes, el Equipo de Protección de Mujeres (WPT) de Mathiang, creado con el apoyo de NP, se sintió motivado a intervenir para detener la violencia y/o reducir el impacto de la violencia en la comunidad. Los miembros del WPT movilizaron rápidamente a todas las mujeres de su comunidad para discutir cómo podían evitar que sus maridos e hijos se unieran a los combates. Las mujeres idearon una solución creativa. Acordaron abandonar temporalmente sus hogares cuando los hombres se estuvieran preparando para la batalla. Esta medida colectiva por parte de las mujeres pretendía disuadir a los hombres de luchar, y funcionó. Al quedar solos a cargo de la casa, los hombres se sintieron abrumados y perdieron el entusiasmo por luchar. Casi por unanimidad, los hombres de Mathiang decidieron que la lucha era totalmente innecesaria. Uno de ellos dijo:

“Era insoportable quedarme sola en casa”.

Otro hombre reconoció que las mujeres les dieron una valiosa lección: si intentaban volver a luchar, las mujeres los abandonarían y, en consecuencia, deberían comenzar a escuchar más a sus esposas. Un hombre afirmó:

"Han sido un par de días difíciles sin mi esposa en casa". 

Al fortalecerse como fuerza colectiva, las mujeres se sintieron orgullosas de mostrar a sus hombres que tener poder no es igual a violencia. 

Desde junio de 2015, NP ha estado capacitando y asesorando a mujeres en materia de prevención de la violencia, gestión de conflictos y consolidación de la paz en Mathiang. En ese momento, las mujeres del payam de Mathiang formaban parte del WPT en el payam de Pacong, que NP formó para abordar cuestiones como disputas por la tierra, robo de ganado, asesinatos por venganza y más. Sin embargo, en 2018, las mujeres de Mathiang se sintieron preparadas para formar su propio WPT. NP apoyó la transición y les brindó más capacitación, incluso en prevención y respuesta a la violencia de género, resolución de conflictos y comunicación no violenta. 

La tutoría de NP al WPT en Mathiang ha llevado a una madurez del grupo, demostrada en que las mujeres de este payam se sienten empoderadas para resolver de manera proactiva los problemas de su comunidad, ya sea un asunto familiar o una amenaza para la comunidad en su conjunto. La prevención de que el conflicto de Cony-Thuyic se propague a otras áreas es una clara confirmación de esto. Como dijo una de las mujeres de Mathiang a NP:

"Nuestros hombres se creían poderosos. Les demostramos que las mujeres tienen más poder que las armas".