El equipo de paz juvenil lucha contra la violencia doméstica en el sur de Mosul
"Ahora siento un gran alivio y alegría después de resolver el problema con mi padre.."
En la ciudad de Qayyarah, al sur de Mosul, los años de conflicto y ocupación por parte de grupos armados han dejado profundas cicatrices en sus residentes. Si bien se conservan las normas y costumbres sociales tradicionales, persisten algunas prácticas nocivas, como la normalización de la violencia doméstica. Muchos casos de abuso doméstico no se denuncian y los sobrevivientes, en particular las mujeres y los niños, carecen de redes seguras a las que recurrir para buscar ayuda.
Como explica un miembro del Equipo de Paz Comunitaria (CPT) de la aldea de Imam Gharbi: "Es vergonzoso que en nuestra comunidad otros sepan sobre Problemas o problemas familiares que resultan en violencia social.”
En respuesta, los Equipos de Paz Juvenil están intensificando sus esfuerzos para abordar la violencia doméstica a través de intervenciones no violentas y un diálogo multifacético, desafiando las normas nocivas y promoviendo una paz sostenible en el sur de Mosul.
Ahmed y Ali
Hace cuatro años, un conflicto familiar estalló en violencia doméstica entre Ahmed* y su hijo Ali*, lo que hizo que su relación quedara hecha trizas. Ahmed se aferró a su ira negándose a darle a Ali su documento de identidad, un acto que tuvo consecuencias de gran alcance.
Sin un documento de identidad, los hijos de Ali no podían matricularse en la escuela, a su familia se le negaban las raciones mensuales de alimentos del gobierno y el paso por los puestos de control se convirtió en un gran desafío. Enfrentarse a tales dificultades y obstáculos dejó a Ali y a su familia en un estado de frustración, desesperanza y angustia psicológica.
"Mi situación financiera es muy precaria y me cuesta mucho mantener a mi familia", compartió Ali.Cuando veo a mis hijos sin documentos de identidad y privados de raciones de comida, siento desesperación y tristeza. Temo que pierdan su educación."
Los intentos de Ali de reconciliarse con su padre solían terminar en discusiones, lo que empeoraba la situación. Ahmed insistía en castigarlo por viejos problemas familiares y se negaba a proporcionarle los documentos civiles necesarios.
Generar confianza a través del diálogo y la acción comunitaria
Mientras facilitaba una sesión para la comunidad en la aldea de Imam Gharbi, el Equipo de Paz Juvenil, un equipo de mujeres y hombres jóvenes miembros de la comunidad capacitados por NP,decidió ofrecer apoyo para resolver la disputa familiar.
"Cuando me enteré de este problema entre Ahmed y Ali, me sentí alentado y decidido a intervenir y ayudar a poner fin a esta violencia utilizando los métodos no violentos que aprendí de NP".Miembro del CPT, aldea de Imam Gharbi, sur de Mosul
Con la ayuda del personal del PN, los equipos dirigidos por la comunidad elaboraron un plan y sugerencias para métodos de intervención no violenta que implicaban un diálogo multifacético entre las partes. El primer paso fue organizar varias conversaciones individuales por separado con Ahmed y Ali. Esto ayudó a preparar el terreno para una reunión conjunta entre el padre y el hijo.
El Equipo de Paz Juvenil convenció a Ahmed de que participara en el proceso de reconciliación recordándole las consecuencias negativas que habían afectado a la familia de Ali, en particular a sus hijos, que se vieron privados de educación y de alimentos. El equipo también involucró a un líder comunitario muy respetado que tenía una fuerte relación con Ahmed para alentarlo a seguir adelante con el proceso de reconciliación.
La combinación de todos estos esfuerzos llevó a Ahmed a reconciliarse con Ali. Después de más de cuatro años, Ahmed aceptó proporcionar los documentos a su hijo, quien finalmente pudo renovar su documento de identidad, emitir documentos de identidad para sus hijos, inscribirlos en la escuela y obtener una tarjeta de racionamiento.
"Ahora siento un gran alivio y alegría tras haber resuelto el asunto con mi padre y haber obtenido los documentos civiles. Mis hijos irán a la escuela gratuitamente y recibiré alimentos todos los meses."Gracias al CPT por informar de mi caso y gracias al Jeque y a todos los que contribuyeron a solucionar el problema".Ali, hijo de Ahmed
Interrumpir los ciclos de conflicto y mantener la paz
La historia de Ahmed y Ali pone de relieve los efectos intergeneracionales de la violencia y el potencial de las iniciativas comunitarias para romper estos ciclos. Hoy, los hijos de Ali asisten a la escuela y reciben asistencia alimentaria mensual del gobierno gracias a los documentos de identidad y a la tarjeta de racionamiento, y la familia puede ahora circular libremente en los puestos de control. Este resultado desafía las normas sociales profundamente arraigadas que consideran la violencia doméstica como un asunto privado, lo que fomenta un cambio cultural hacia el reconocimiento y la solución de estos problemas en beneficio de todos.
Su historia también pone de relieve el poder transformador de los métodos no violentos dirigidos por civiles para resolver conflictos. Gracias a la formación proporcionada por NP, los Equipos de Paz Juvenil han mejorado las habilidades necesarias para abordar los conflictos dentro de sus comunidades de forma no violenta. Al movilizar a grupos comunitarios y facilitar diálogos multifacéticos, estos equipos interrumpieron el ciclo de violencia y restauraron relaciones, demostrando el poder de la no violencia para crear cambios duraderos.
Además, la exitosa intervención destaca la importancia de trabajar con los garantes de derechos, como los líderes comunitarios respetados, para fortalecer la rendición de cuentas y el apoyo a los esfuerzos de reconciliación. Este enfoque no solo resolvió una disputa familiar específica, sino que también sentó un precedente de cómo se pueden transformar conflictos similares a través del liderazgo local, la colaboración y la acción no violenta, allanando el camino para una paz sostenible y la resiliencia en la comunidad.
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*Los nombres han sido cambiados por motivos de privacidad y confidencialidad.