Acción rápida para apoyar a las comunidades remotas durante la pandemia de COVID-19

materiales para distribuir gratuitamente en sus comunidades. Julio 2020/NP
Cuando se declaró la pandemia de COVID-19, el gobierno filipino impuso inmediatamente restricciones estrictas a la circulación de personas dentro de las comunidades y entre ellas. Esto afectó negativamente a los medios de vida de muchas familias que todavía se están recuperando de los duros efectos del desplazamiento provocado por el conflicto armado. No hubo tiempo para prepararse, ya que la pandemia se propagó por todo el mundo y llegó a las comunidades locales en cuestión de días.
En Lanao del Sur, donde el trágico asedio de Marawi ya había desplazado a miles de personas, los casos de COVID-19 aumentaron rápidamente. Las familias que vivían en campamentos transitorios se vieron atrapadas durante los confinamientos, privadas de suministros de alimentos y recursos esenciales. Los voluntarios del Programa de Alerta Temprana y Respuesta Temprana (EWER, por sus siglas en inglés) alertaron a los Monitores de Protección Civil del PN sobre la terrible situación en estas comunidades. El PN transmitió rápidamente estas preocupaciones a los gobiernos locales y a las agencias de ayuda, lo que provocó la asistencia inmediata. Las contribuciones de personas generosas también ayudaron a llevar alivio a las familias más afectadas.
A medida que se desarrollaba la crisis, el NP se unió al Centro de Coordinación para Mindanao sobre COVID-19 (CCMC19) del gobierno, encargado de monitorear los desafíos relacionados con la pandemia y garantizar respuestas oportunas. Los informes del NP proporcionaron información crítica al Grupo de Trabajo Interinstitucional Nacional (NIATF) para dar forma a las políticas e intervenciones en todo Mindanao.
Difundir conciencia y prevenir infecciones
NP se asoció con el Ministerio de Salud de la Región Autónoma de Bangsamoro en Mindanao Musulmán (BARMM) para lanzar una campaña de información destinada a prevenir la propagación de COVID-19 en comunidades vulnerables. Trabajando con socios locales, NP colocó materiales educativos como carteles y serpentinas en lugares clave y colaboró en un programa de radio para llegar a áreas remotas. Los Monitores de Protección Civil visitaron campamentos de desplazados internos y familias anfitrionas para compartir pautas de salud y seguridad, dotando a las comunidades de conocimientos vitales.
Mujeres que marcan el camino
Con la ayuda de NP, las mujeres socias locales pusieron a funcionar inmediatamente sus máquinas de coser para producir mascarillas hechas con telas Malong disponibles localmente para distribuirlas de forma gratuita en sus comunidades. Hubo escasez de suministro de mascarillas comerciales durante el ataque inicial de la pandemia, y esto debe abordarse mediante la producción de mascarillas de fabricación local.
Fortaleciendo las conexiones locales
En colaboración con organismos gubernamentales y organizaciones humanitarias, NP promovió un sistema de derivación de casos, que ayudaba a los miembros de la comunidad a saber a qué autoridades acudir en caso de problemas específicos. Estas iniciativas fomentaron vínculos más fuertes entre las comunidades remotas y los servicios gubernamentales, lo que permitió que incluso las familias más aisladas se sintieran respaldadas en tiempos de crisis.
A través de estas iniciativas, PN Filipinas demostró una respuesta rápida y multifacética a la pandemia, priorizando las soluciones y la colaboración impulsadas por la comunidad. Estos esfuerzos no solo abordaron las necesidades inmediatas, sino que también fortalecieron las capacidades locales para enfrentar los desafíos futuros.