Mujeres: una fuerza poderosa para la paz y la seguridad
Por Tiffany Easthom, directora ejecutiva (publicado el 7 de marzo de 2017)
Rebecca es una mujer de Sudán del Sur que huyó de su hogar para escapar de la violencia. Es activista en el campamento de Protección de Civiles donde vive ahora. Como ella dice, “no importa cuán difícil pueda ser la vida, las mujeres tienen la capacidad de unirse y cooperar para lograr algo por el bien colectivo”.
En el mundo humanitario, las mujeres afectadas por la guerra se describen con frecuencia como vulnerables. Vulnerable a la violencia, la explotación, la privación y el asalto. Continuamente se nos dice que las mujeres son débiles y necesitan protección, sin la cual serán fácilmente dañadas.
Sin embargo, solo se necesita pasar tiempo en esas situaciones para saber que, si bien el sufrimiento es real, las mujeres se encuentran constantemente entre la fuerza más poderosa para mejorar la seguridad y la estabilización. Necesitamos dejar de tratar a las mujeres como víctimas que dependen completamente de la protección de terceros. Una vez que eliminamos las barreras para que las mujeres asuman roles de liderazgo activos en la paz y la seguridad, vemos mejoras tangibles en la reducción de la violencia, la seguridad comunitaria y la seguridad personal de las mujeres involucradas.
Si bien es demasiado simplista suponer que las mujeres son inherentemente más pacíficas que los hombres, las mujeres que trabajan en la paz y la seguridad tienden a centrarse en la inclusión y la protección civil. En comparación, los enfoques masculinos tradicionales se centran en el poder y el control territorial. Si bien las mujeres solo constituyen el 4% de las fuerzas dentro del Departamento de Mantenimiento de la Paz de la ONU, las mujeres constituyen en promedio el 50% de los protectores civiles desarmados. Sin armas, detienen las violaciones, negocian altos el fuego locales y abogan por la protección de la comunidad local. También evitan que los jóvenes participen en conflictos armados, evitan que los niños sean separados de sus familias y los protegen del reclutamiento como niños soldados.
El potencial de liderazgo de las mujeres en la paz y la seguridad es uno de los mayores recursos sin explotar que tenemos para poner fin a los conflictos violentos dentro del hogar o en los campos de batalla. En este Día Internacional de la Mujer, llame a sus comunidades, sus gobiernos, sus amigos y familiares a hacer todo lo posible para desatar esta fuerza para el bien.