Paz cotidiana: la historia de resiliencia y cambio de Husseina
Por Anna Zaros
En el corazón de la Región Autónoma de Bangsamoro del Mindanao Musulmán, tuvimos el privilegio de conocer a Husseina, presidenta del grupo de Alerta Temprana y Respuesta Temprana de su comunidad. Su liderazgo y dedicación a la consolidación de la paz fueron nada menos que inspiradores.
Como hija de un comandante del Frente Moro de Liberación Islámica, Husseina inspira respeto, pero también es la presidenta del grupo de Alerta Temprana y Respuesta Temprana de su comunidad.
Ella dio la bienvenida a nuestro grupo en las cataratas de Bulubudtua y expresó su entusiasmo por ser los segundos visitantes internacionales que visitaban este hermoso y significativo lugar histórico. Hace apenas un año, esta zona era insegura debido a conflictos de clanes en cursoSin embargo, con la ayuda de Nonviolent Peaceforce (NP), se han logrado acuerdos de paz que permiten a la comunidad moverse con seguridad y sanar sus heridas.
La consolidación de la paz cotidiana
La labor de Husseina es un testimonio del poder de los esfuerzos de paz dirigidos por la comunidad. Apenas unos días antes de nuestra visita, ella y su equipo intervinieron para evitar un posible ciclo de violencia. Cuando una familia local quiso vengarse después de que una joven fue vista con un hombre en una motocicleta (una grave ofensa social), Husseina medió en la situación. Habló con la familia y los instó a encontrar una solución pacífica en lugar de recurrir a la violencia.
En otro caso, los rumores sobre actividades rebeldes tenían a los habitantes de la aldea en vilo, y muchos se preparaban para huir de sus hogares. El control de los rumores es una parte esencial de la protección civil desarmada (UCP, por sus siglas en inglés) y un concepto en el que el personal de NP ha entrenado a los monitores de EWER para que participen. Con esto en mente, Husseina decidió investigar las denuncias. Pero este tipo de investigación requería un punto de observación más alto, un punto de vista que solo se podía lograr desde una gran altura.
Husseina optó por ir a caballo a las montañas para evaluar la situación. Después de llegar a una cima alta, pudo ver desde arriba los pueblos cercanos. Este punto de vista la llevó a descubrir que los supuestos rebeldes en realidad se encontraban en otra provincia. Husseina regresó rápidamente a su casa para tranquilizar a su comunidad y decirles que podían quedarse a salvo en sus hogares.
Mujeres por la Paz
El liderazgo de Husseina es vital, especialmente en una región donde las mujeres suelen tener un acceso único a la comunicación y a los recursos en tiempos de conflicto. Durante los conflictos, los hombres no suelen desplazarse tanto porque corren un mayor riesgo de verse atrapados en la violencia. Como mujer, le resulta más fácil conectarse con otras mujeres para hablar de sus preocupaciones privadas y de las amenazas a la seguridad. Su trabajo ejemplifica cómo las mujeres pueden ser agentes poderosos de cambio y paz.
Junto a ella, nos encontramos con miembros de la Brigada Auxiliar de Mujeres Islámicas de Bangsamoro, un grupo en transición de combatientes a civilesAhora se centran en crear cooperativas para apoyar a sus familias en tiempos de paz, mostrando la resiliencia y adaptabilidad de la comunidad.
Un recordatorio de resiliencia

Nuestra visita también incluyó el centro de la ciudad de Marawi, donde aún se están llevando a cabo los esfuerzos de reconstrucción tras un violento conflicto urbano de cinco meses que azotó a la ciudad en 2017. Una nueva estructura se yergue orgullosa junto a un minarete acribillado a balazos, un duro recordatorio de la violencia que ha marcado esta zona. Esta yuxtaposición simboliza tanto las cicatrices del pasado como la esperanza de un futuro pacífico.
La historia de Husseina es un poderoso recordatorio de los esfuerzos que se están realizando para construir la paz en entornos difíciles. Su dedicación, junto con el apoyo de organizaciones como NP, está marcando una diferencia en la vida de muchas personas.
Juntos están interrumpiendo los ciclos de violencia y fomentando una cultura de paz. El camino hacia la reconciliación continúa, pero con líderes como Husseina al frente, hay esperanza de un futuro mejor.